domingo, 14 de octubre de 2012

HOMBRE CONVIERTE SU CASA EN BIBLIOTECA PUBLICA

A sus 60 años, Hernando Guanlao es un hombre enérgico con una clara pasión: los libros. Son su orgullo y su alegría y, le guste o no, poco a poco se están haciendo con su casa.



Conocido por su mote, Nanie, Guanlao ha montado una biblioteca informal afuera de su casa en el centro de Manila para promover la lectura y compartir su pasión con los vecinos.


La idea es simple. Los lectores pueden tomar tantos libros como quieran y por el tiempo que deseen e incluso quedárselos para siempre. "La única regla es que no hay reglas", afirma Guanlao.

Pero, al contrario de lo que podrían pensar, en los 12 años que lleva al frente de este club de libros, como él lo llama, su colección ha ido creciendo gracias a las donaciones de la gente.

Guanlao comenzó su biblioteca en el año 2000 poco después de que murieran sus padres. Estaba buscando algo para honrar su memoria y se le vino a la mente la idea de promover el hábito de la lectura que heredó de ellos.


“Vi mis viejos libros de texto en la parte de arriba de la casa y decidí ponerlos a disposición de la gente para que los usara”, explica.

Por eso, sacó su colección de menos de 100 libros y la puso en la entrada de su casa para ver si alguien los quería tomar prestados y así nació la biblioteca.

Y tal fue el éxito de la iniciativa que, según confiesa, ahora no tiene idea de cuántos libros tiene. No obstante hay fácilmente entre 2.000 y 3.000 en las estanterías y en las cajas amontonadas en la puerta de su hogar.

Los textos también invaden hasta el último rincón de su vivienda y es prácticamente imposible entrar en la sala de estar. Hace mucho que Guanlao no saca su auto del garaje y hay libros apilados hasta en las escaleras.


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